Esto es para tí.

 Hola, Lector.  Hoy he venido gracias a ti. Hoy no es solo por mí. 

¿Sabes? Soy una loca en algunos aspectos de mi vida. Me encantaría vivir descalza en una comuna y repartir suerte con pan y zumo de caña de azúcar. Danzar con el pelo en la cara al ritmo de dos timbales. Siempre descalza. Jugando a ser Dios sobre brasas; o una alteración biológica de la estructura epidérmica. A veces deseo ser otra persona, como todo el mundo. 

YO NO SOY ESTA CAPITANA

Otras veces, prefiero no desear. Mi lucecita pragmática se enciende y se apaga, entre el rojo y el azul. ¿Por qué empeñarse en aquello que no puede tener lugar? Derrochar energías en trazos imaginarios. ¿Lanzar el pincel cargado de acuarela para que el título brille? Que la perfección sea realmente perfecta, que le  haga la peineta a la perfecta imperfección. Dos adornos de faralae, una con cada mano. 

Tanto es así que en alguna ocasión derroché calorías con la batalla psíquica del "y si". ¿Y si no hubiera rechazado el destino a Sevilla? ¿Y si hubiera recogido aquel perro en la carretera? ¿Y si aquel día no hubiera gritado tan fuerte? ¿Y si no me hubiera empeñado en hacer lo correcto? La variedad del y si quebrantaría la determinación lógico deductiva del mismísimo Sherlock Holmes. Le volvería igual de majara que yo. Igual de majara que cualquiera. Humano. Terrenal. Mucho menos único. 

PERO SÍ SOY ESTA

Ahora párate y respira. Cierra los ojos y piensa en las personas a las que admiras, en lo que han conseguido y aquello que se les ha escapado de las manos. Sé valiente y aventúrate a adivinar qué es "eso" que les permitió marcar la diferencia, permanecer a pesar de todo. Yo tengo una teoría, pero no es una teoría cualquiera. Es una reforzada, demostrada por la historia y el ejemplo. Ser único, ser fiel a uno mismo, agarrarse a aquello que nos hace diferentes es la respuesta a una brújula rota en el desierto. La originalidad del individuo es el alfiler que marca el norte cuando todas las demás herramientas fallan. 

Pensar con libertad, amar sin sujetarse a remordimientos ni comparativas. Sentir aunque escueza. Tragar el dolor como el último sorbo de una taza de café; porque si te gusta el café el último trago es igual de delicioso que el primero. 

Todos queremos ser otra persona en algún momento. Cambiar el mundo, ser el héroe. Ponernos un mono azul que no marque ni un michelín. Armarnos con la X y ejecutar el disparo perfecto con el 0. Lograr la misión a corto plazo mientras sumas virtudes para la gran batalla. Que te digan que eres el mejor, o la mejor. ¿Y sabes qué? Ese pollito amarillo que atravesó el tractor, y que se llamaba amor, el éxito apellidado "palmada en la espalda", el aplauso que solo choca los pulgares. No importa la intensidad. No existe más recompensa que la conciencia tranquila. 

Si algo que haces cambia a alguien, durante un solo momento de su vida, ya estás cambiando el mundo. Ahora te pregunto. 

¿Cuántos mundos has cambiado ya?

Hoy leí en algún lugar que si te gusta escuchar el canto de los pájaros; no compres una jaula, planta un árbol. 

Igual no se trata de alcanzar el MÁXIMO sino se ubicarlo en su lugar PERFECTO.

Gracias por volver aquí. Gracias por volver a leerme. 

Gracias por cambiar mi mundo.