He visto Criadas y Señoras.

 El mundo me da miedo. La vida me aterra. Así me siento. 

Hoy he visto "Criadas y señoras", estoy llorando como una madalena. ¿Por qué? Porque soy feliz, mis hijos están sanos y yo busco el equilibrio entre quien soy y aquello por lo que quiero que me recuerden. La vida, la historia, el cine, la literatura, la prensa... todo está repleto de opuestos, antítesis que colocan situaciones en uno u otro extremo. La persistencia científica de las leyes de la ciencia; gravedad, masa, fuerza centrípeta, fuerza centrífuga... Aquello que nos hace repelernos y atraernos. Lo que nos hace blancos o negros, libres o siervos, señoras o criadas. 

Es la luz la que me hace llorar; la claridad de saber que todo está. Está el valor del que arriesga para cambiar todo igual que persiste el martillo acusador de la categoría; baños en el exterior, cubiertos separados, hijos criados por esclavas políticamente libres y socialmente maltratadas. ¡Qué atrocidades es capaz de ejecutar el ser humano! ¡Hasta donde somos capaces de llegar!

Criadas y señoras. Divergentes, Rebeldes y Sinsajos. Asesinatos. Movimientos de amor como #yomesumo o #asísoyyo. El cambio trae desapego y el desapego dolor. Pandemia, distanciamiento, desigualdad, odio. Si Julio Verne no se equivocó... ¿no te preocupa que Veronica Roth o Suzanne Collins no lo hagan tampoco?

No sé porqué. Ni siquiera sé si lo que veo es la realidad o una distorsión emocional que proyecta mi propio desequilibrio y no el del entorno. Pero te voy a decir algo: es una película brutal. 

Tate Taylor consigue algo parecido a lo que sentí con Tara Westover en Una educación, consigue que piense. No me da una historia mascada, me da la posibilidad de discrepar en mis interpretaciones. Me da la posibilidad de poner en uso los valores que he aprendido durante años. Incluso me permite entender el papel de Dios en la capacidad del sacrificio por el prójimo, cuando en el sermón  se dice que amar a otro es arriesgar para su bienestar. Una comunidad maltratada que se une para contar lo bueno y lo malo, pero se une para compartir. ¿Podemos decir lo mismo hoy? Pueden decir algo semejante nuestros líderes. 

Me encantan los libros que hablan de libros y las películas basadas en un libros que hablan de la relevancia de lo que es escrito, porque dura para siempre. Recuerdo que la película está basada en la novela del mismo título de Kathryn Stockett.

El valor en el miedo de Aibileen (Viola Davis), la pasión por la vida de Minny Jackson (Octavia Spenser), el desamparo de esa niña, Mae Moobley, que sabiéndose hermosa, lista e importante se verá sin un modelo sobre el que sustentar su empoderamiento. "Ama a tu enemigo y la gran victoria será tuya". Cada religión usa sus metáforas pero todas dicen lo mismo; amar. El valor de estar en el centro de una tormenta representado por Emma Stone como Skeeter. También vi ayer "Bajo la misma estrella", y lloré al identificarme con la necesidad de Augustus Waters de doblegar el olvido. Estoy en un momento de cambio, dicen que ocurre uno cada siete años. ¿Dónde demonios me llevará?

La vida me ha puesto delante ciertas verdades en los últimos años y, ciega de mí, he esquivado lo evidente haciéndome solo impermeable a lo que me conmueve; el amor, el compañerismo, el abrazo, el saludo a diario, la libertad de preocupar y participar sin tener miedo a la opinión de los demás. Escribir, crear, pensar que con ayudarme a mí misma ya estoy ayudando a alguien. La sororidad, el empoderamiento; echo de menos a mis mujeres. A Sonia, a Tara, a mis Anas, a Rosi, a Carmen, a Cristina, a mis hermanas. Echo de menos a mi tribu. Necesito a mi tribu. Necesito a mi Madre Tierra. Pero no están. Nada es igual que antes y yo tengo aún más hambre. Hambre de sabiduría, de compartir, de ser, de vivir. 

Y si lo que yo hago aquí, escribiendo, es lo mismo que hace Aibileen cuando reza escribiendo. ¿A quien rezo yo? No quiero perder quien soy pero quiero ser más. 

PD: Mi opinión sobre Bajo la misma estrella es que es una historia excelente no explotada con la misma intensidad. Pero muy digna de ver, imprescindible más bien. 

Comentarios

  1. Es una película maravillosa, no me canso de verla y nos enseña unas cuantas lecciones de vida.. Y sobre todo a no hacer menos a las personas, independientemente de su sexo, raza, religión todos, todos somos iguales y también nos enseña a luchar por nuestros sueños para que se hagan realidad

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    1. Está cargada de mensajes que necesitamos escuchar! Gracias por comentar!!

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  2. Que capacidad la tuya para llegar al corazón. Todos estamos en continuo movimiento emocional, yo también extraño las conversaciones pudiendo estar , sin tiempo y en ese espacio que era tuyo, que era nuestro.

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