DEMASIADO FUERTE


 Me ha dado la real gana de iniciar una nueva sección. Se llamará DEMASIADO FUERTE, como mi nuevo proyecto. 

Hace años que amigas y familiares me repiten que escriba sobre la maternidad, y yo no sabía qué decir. Todas mis historias son un después, un ejemplo de un proceso de aprendizaje personal que he necesitado experimentar -en mayor o en menor medida- para poder llevarlo al lector. Supongo que aún no he superado la maternidad. Lo que sí he asumido es que no lo haré nunca. Partiendo de esta afirmación, ¿por qué esperar? 

No necesito tener la verdad en ninguna de mis manos para hablar de mi. No necesito la perfección para hablar de mi. No necesito el apoyo de nadie para hablar de mi. MI no es perfecta. Yo grito y pierdo los estribos, yo vengo aquí a escribir porque he sido demasiado fuerte durante demasiado tiempo, tanto que he dejado de SER para resolver. ¿Te has sentido así alguna vez? La candidata perfecta para la toma de decisiones, el pilar mejor cimentado sobre el que apoyar el pesado dedo acusador llamado ¡Mamá! Qué injusta soy conmigo misma y que injusto son los demás con mi esencia. Cuán difícil es pisar lo imposible y que posible pisotear lo invisible; esa fortaleza que no se ve aunque sostenga. 

Yo quiero hacer poesía de la maternidad. Quiero hablar de mis emociones sin necesidad de llorar. Quiero que me duela la barriga de risa y no el pecho de ansiedad. Quiero golpearme la cara contra un cojín sofocando un orgasmo y no el puño en el corazón por un ¡No puedo más! Así estamos. Siendo DEMASIADO FUERTE. 

Comentarios

  1. A veces , solo a veces la maternidad pesa, duele, y a veces solo a veces , la maternidad nos lleva al más puro amor. Y en ese espacio de tiempo entre un extremo y otro, navegamos sobreviviendo , escuchando juicios, aceptando limitaciones y buscando soluciones , a las experiencias que arrastramos en el paso de nuestros días.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por pasarte por aquí. Como acabas de comprobar la maternidad continúa limitando mi compromiso conmigo misma. O quizás sigue siendo solo una excusa. Que nunca te fallen las alas, Ave Fénix.

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares